Unos 123 millones de personas viven lejos de sus hogares tras huir de conflictos, desastres y otras emergencias. Los Estados necesitan prestar atención «no solo cuando estos lleguen a sus fronteras», afirmó el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi.

En la apertura del 75º Comité Ejecutivo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el alto comisionado solicitó «analizar las oportunidades que ofrecen los países de tránsito para acceder a la protección, incluidos los programas de estancia legal y regularización, que deben ampliarse considerablemente con el apoyo de los socios para el desarrollo».

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Cuando los refugiados y los migrantes llegan a las fronteras «los gobiernos se encuentran bajo presión política para tomar decisiones reactivas, explicó el funcionario. Reflexivamente, se centran en los controles, en impedir que la gente se mueva, en planes para externalizar o incluso suspender el asilo que violan sus obligaciones jurídicas internacionales. Y, francamente, eso es ineficaz».

Así como también «crear más vías legales (reasentamiento o reunificación familiar, entre muchas otras) para que menos personas emprendan viajes peligrosos», agregó el funcionario.

Grandi recordó que «los conflictos, la violencia y la persecución siguen siendo las principales causas de los desplazamientos. Los efectos del cambio climático (inundaciones, sequías, pérdidas de cosechas, fenómenos meteorológicos extremos) se han convertido en multiplicadores de los desplazamientos».

Advirtió además que, de los 10.800 millones de dólares solicitados por la organización a la comunidad internacional para ayudar a refugiados y desplazados, ACNUR solo ha recibido un 45 %.

En este sentido, destacó la importancia de impulsar no solo las donaciones estatales sino también las privadas, ya que, con una escasa ayuda solidaria, el ACNUR y sus socios se ven sometidos a tomar decisiones difíciles, a menudo en el último minuto, sobre si mantener las actividades o renovar los acuerdos de asociación.

Recientemente, Grandi concluyó una visita urgente a Siria con el fin de movilizar apoyo para 250.000 personas que han huido de los bombardeos en El Líbano y han cruzado a Siria.

La visita de Grandi a Siria se produjo inmediatamente después de su visita a Beirut, Líbano, en medio de la terrible crisis de desplazamiento que afecta al país tras dos semanas de intensos bombardeos israelíes.

Por otro lado, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (OOPS) en el Cercano Oriente realizó un llamado de emergencia el pasado 3 de octubre con el objetivo de solicitar 27,3 millones de dólares de los EE. UU. para su respuesta humanitaria durante los próximos 90 días.

El organismo comunicó que «estos fondos se necesitan con urgencia para atender las necesidades inmediatas de alimentos, artículos no alimentarios, servicios de salud, alojamiento y protección de hasta 10.000 personas que buscan seguridad en los albergues gestionados por el OOPS en el Líbano y de hasta 5.000 refugiados palestinos que huyen del conflicto hacia Siria».

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